Death Note Special One-Shot: El capítulo que nos recordó a nunca jugar a ser Dios
Nuestro colaborador “Komori-kun” nos trae un extenso análisis de la secuela de la obra maestra de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata.
Por "Komori-kun".
Este artículo contiene SPOILERS sobre la historia principal (Death Note) y su continuación (One-shot)
De la mano del escritor Tsugumi Ohba y el ilustrador Takeshi Obata nos llegó uno de los trabajos más prominentes en manga y anime de todos los tiempos: Death Note. Hasta el día de hoy, esta obra sigue siendo considerada legendaria entre todos los títulos de su género, y es de lectura (y vista) obligatoria para cualquier otaku. Muchos hemos crecido con Dragon Ball, Rurouni Kenshin, Slayers y Evangelion. Pero para algunos otakus, Death Note constituye uno de esos hitos inolvidables que los hicieron sentir completamente inmersos en el mundo de la cultura popular japonesa, una especie de graduación o rito de transición. Death Note tiene su base en lo sobrenatural y paranormal, pero su trama engancha al lector presentando a un protagonista tan humano y con quien es tan fácil empatizar, que uno se pierde por completo en la historia al explorar una de las facetas más inhóspitas de los mortales: la posesión y uso de poder divino para ejercer justicia absoluta en la sociedad, pero que decanta en la paulatina perversión y caída del usuario, así como las ineludibles consecuencias.
Death Note y el verdugo absoluto Kira
La figura principal de la trama de Death Note es un muchacho que responde al nombre de Light Yagami. El joven Light es un genio natural, muy trabajador y talentoso. Sus capacidades para resolver problemas y anticipar obstáculos en situaciones difíciles le han ganado la admiración de todos en su entorno. Su vida cambia por completo cuando descubre un misterioso cuaderno negro que tiene como título ‘Death Note’, e incluye instrucciones para su uso. De acuerdo a éstas, cualquiera cuyo nombre sea escrito en el cuaderno morirá instantáneamente. Light se muestra escéptico, pero tras experimentar con él descubre que el poder divino del objeto es auténtico. Tras considerarlo seriamente, Light decide iniciar una cruzada usando el Death Note como instrumento para purgar la sociedad de aquellos humanos indignos de vivir. Posteriormente, conoce al dueño original del cuaderno, el dios de la muerte Ryuk. Éste le revela a Light la razón de haber enviado el Death Note al mundo mortal: el aburrimiento. Ryuk está muy interesado en las acciones de Light como nuevo propietario del Death Note, quien reafirma su deseo de crear una sociedad mejor asesinando a todos los seres humanos con tendencias malignas, y regir como un dios. Bajo la expectante mirada de Ryuk, Light, bajo la identidad de Kira, empieza a matar en tal escala que llama la atención de las autoridades. Incapaces de dar con el implacable asesino, la policía recurre al brillante detective L, quien desafía a Light dejando en claro sus intenciones de capturarlo y entregarlo a la justicia.
En el transcurso de la historia, Light termina siendo devorado por su alter-ego, convirtiéndose en un frío y manipulador asesino en masa. Su cruzada personal lo lleva al extremo de matar inocentes y oficiales de la ley para evitar ser capturado, así como manipular a personas que lo aman y admiran genuinamente. Tras una larga persecución, Light logra derrotar al sagaz L, asesinándolo y suplantándolo para así controlar a la fuerza especial organizada para detenerle. Desde su posición encubierta, Light logra su objetivo: regir como dios de la muerte y controlar a una sociedad mediante el miedo a una sentencia de muerte rápida y efectiva. El reinado de Light como Kira dura cinco años, hasta que todo se desmorona. Aunque Light prueba ser un estratega formidable, su final es inevitable. El verdadero sucesor de L, Near, logra desenmascararlo tras haber investigado durante cuatro años todo lo relacionado a Kira y la muerte del detective a quien sucede. Near pone a toda la Fuerza Especial anti Kira en contra de Light, quien al final es acorralado y herido de muerte. Ryuk, quien desde el principio había dejado claro que quien use el Death Note moriría, cumple con su palabra y escribe el nombre de Light en las páginas del cuaderno. De esta manera termina la historia de Light Yagami.
Sin embargo, Tsugumi Ohba y su aliado dibujante, Takeshi Obata, sorprendieron a todos los fanáticos de Death Note con una nueva (y corta) historia, cuyos eventos suceden más de diez años después de la historia original. Ryuk, presa nuevamente del aburrimiento, retorna al mundo humano con las intenciones de encontrar a alguien que siga los pasos de Light. El dios de la muerte decide cederle el Death Note al estudiante prodigio Minoru Tanaka, a quien elige con la esperanza que su inteligencia esté a la altura de su antecesor. Pero Minoru se horroriza al presenciar el poder del cuaderno. Ryuk se esfuerza en convencerlo para que utilice de la misma manera que Light lo usó para imponer orden en la sociedad. Minoru revela lo mucho que sabe sobre Kira, y cómo su legado ha sido tachado de malévolo y tiránico. Ryuk insiste en que él puede lograr lo que Kira no consiguió: una sociedad ideal poblada por personas correctas. Minoru acepta a regañadientes, no sin antes interrogar a Ryuk y poner como condición que el dios de la muerte regrese en dos años para que le ceda el control del Death Note. Ryuk borra los recuerdos de Minoru, y de acuerdo al trato, regresa dos años más tarde. Entonces, Minoru revela su plan: No usará el cuaderno, sino que lo subastará a quien esté dispuesto a cargar con el peso de ser el nuevo Kira. Ryuk se sorprende, pero decide seguirle el juego a Minoru y hacer lo que él le indica para promocionar la subasta del Death Note a través de una estación televisora local.
El anuncio de la venta del cuaderno mortal toma al mundo por sorpresa. Near, actuando como el nuevo L, se interesa en este nuevo portador del Death Note y sus intenciones, que empieza a desglosar en su mente tratando de descubrir el verdadero motivo de este peculiar curso de acción. Mientras tanto, los policías implicados en la persecución de Light Yagami están desesperados tratando de localizar al nuevo dueño del cuaderno. Por su lado, Minoru sigue dirigiendo la subasta, la cual atrae a los líderes mundiales de Estados Unidos, China, entre otros, quienes ofrecen varios miles de millones de dólares por el Death Note. Una noche, mientras Minoru duerme, Ryuk es convocado por el dios de la muerte supremo, y debe responder al llamado tan pronto se separe de su protegido.
Minoru decide escoger a los Estados Unidos como ganador de la subasta y, a través de Ryuk, indica que el pago deberá hacerse mediante depósitos a varias cuentas bancarias de distintas personas en un rango de edad exacto, lo que beneficia a muchos e incita a otros a abrir cuentas en el banco designado por Minoru para recibir parte del pago. Como resultado, todos en Japón veneran a Kira como un ídolo benevolente, al punto de usar su nombre para rebautizar un distrito. Esto es prueba que la percepción sobre Kira como un individuo desquiciado y ávido de muertes sin sentido ha dado un vuelco en vista de las manipulaciones de Minoru. Near reconoce que esta es su primera derrota desde que asumió el título de L, pues el desarrollo de los eventos le impide actuar en contra del nuevo Kira. Una vez finalizado el pago completo por el Death Note, Minoru instruye a Ryuk para que entregue el cuaderno al presidente de los Estados Unidos, y que nunca más vuelva a aparecer en su vida.
Llegado a este punto, es necesario hacer una pausa para determinar el principal elemento que ha dividido a los fanáticos de esta serie. El nuevo capítulo, que aparenta ser una continuación de la historia original, es en realidad un vistazo a lo que otra mente brillante, pero no tan megalómana como la de Light Yagami, es capaz de hacer con el Death Note. La historia de Light es la de un mortal recibiendo los poderes superiores de una deidad, con la subsecuente corrosión de la sanidad de ese escogido al elegir el camino de gobernar como un dios. Death Note nos enseña que, no importa si las intenciones de una persona están sustentadas en genuinas motivaciones justicieras, es muy fácil dejarse llevar por la seducción de un poder verdaderamente divino. Light tiene como meta crear un mundo mejor, poblado por ciudadanos correctos que viven en armonía después de remover a los elementos humanos turbios, pero en la práctica, Light gobierna como un tirano que no duda en sacrificar a otros con tal de preservar su posición como dios.
Esta la mayor distinción entre Minoru y Light. Minoru demuestra su brillante intelecto sin seguir el camino de su antecesor, quien provocó una encarnizada persecución y masacre en masa para probar que estaba por encima de todos sus opositores. Minoru sabe que el Death Note es un objeto muy peligroso, por lo que orquesta un plan para desligarse de él y beneficiarse al mismo tiempo. Por otra parte, uno de los elementos ambiguos recae sobre la percepción de Minoru sobre Light como Kira. En uno de los diálogos, Minoru comenta que las acciones de Light como Kira causaron que la tasa de crímenes cayese por los suelos y el cese de las guerras, pero que los libros de historia y ética lo retrataban como un ser desalmado y déspota que sólo jugaba a ser dios. Al parecer, ya sea intencionalmente o no, Minoru optó por incluir en su plan el cambiar la imagen de Kira, lo que lo delataría como parte del grupo que consideraba a Light como un agente necesario de la justicia absoluta. Esto no queda del todo claro, pues podría tratarse simplemente de una manera de cubrirse las espaldas y evitar que las autoridades lo descubran.
Y así llegamos al final de la historia de Minoru. Este es el punto de inflexión para los fanáticos. Hasta el instante en que Ryuk escoge al muchacho, muchos lectores esperaban una repetición de la historia original, con Minoru actuando como Light y ejecutando sin clemencia a los criminales en pos de una sociedad utópica libre de maldad. Pero no resulta así, Minoru rechaza manipular ese poder, y escoge pasarle la posta a alguien más, saliendo beneficiado con ello. En palabras de Near y Ryuk, un giro inesperado e interesante que prometía una historia fascinante, pues el Death Note ahora se hallaba en posesión del mismísimo presidente estadounidense. Y con eso, estaba la promesa latente del anime. Pero Tsugumi Ohba, con una estocada magistral, destroza todas esas expectativas en lo que personalmente considero uno de los más ingeniosos y anticlimáticos desenlaces jamás mostrados en un manga. Pero que tiene mucho sentido con la moraleja de la historia.
Minoru muere tan pronto retira el dinero de su cuenta bancaria. Su plan no pasó desapercibido para la autoridad suprema de los dioses de la muerte. El llamado a Ryuk fue para resondrarle por su descuido al dejarse manipular por un mortal y permitir que vendan el Death Note como una simple baratija. Como consecuencia se añadieron tres nuevas reglas al cuaderno: Los recuerdos del usuario del cuaderno pueden ser borrados si éste así lo desea; un dios de la muerte debe permanecer cerca del usuario del cuaderno, pero puede alejarse hasta 14 kilómetros de distancia; y, finalmente, cualquier usuario humano que venda el Death Note morirá. El vendedor fallecerá cuando reciba el dinero del pago, mientras que el comprador lo hará tan pronto reciba el cuaderno. Ryuk no revela este cambio en el reglamento del Death Note a Minoru, pues su promesa de no volver a aparecer ante él se lo impide; pero sí al presidente de Estados Unidos. Este último decide rechazar el cuaderno; no obstante, proclama que anunciará al resto del mundo que posee el poder de Kira y que no lo usará.
Un desenlace bastante apto para una historia como Death Note. No importa qué tan inteligente o capaz sea el o la mortal que posea el cuaderno, lo que posee en sus manos es un poder que nunca podrá controlar. Y jugar con él tiene un precio, el cual se pagará tarde o temprano. Light intentó regir con puño de hierro desde las sombras, con la promesa de asegurar la paz mundial, pero su ego lo cegó al amargo final que le esperaba y que Ryuk le había asegurado que sucedería. Y Minoru decide sacarle partido a su situación, jugando con un poder divino en un acto que delata la naturaleza soberbia del ser humano, al creerse infalible sólo por ser más inteligente que otros. Minoru es presa de su propia maraña de jugarretas, intentando escapar de un destino del cual nadie puede huir: la muerte.
Aunque es comprensible que muchos fanáticos hallen este capítulo insatisfactorio, una reciente noticia ha dado esperanza a los más fieles seguidores de esta obra. En Febrero del año 2021 se publicará Death Note: Short Stories, un libro compilatorio que incluirá este capítulo conocido como Never Complete One-shot, así como otras historias únicas del universo de Death Note. Para cerrar este artículo, recomiendo bastante leer este capítulo, el cual me ha provocado a volver a leer todo Death Note, o ver nuevamente el anime. Si alguien planea leer todo el manga de nuevo, les recomiendo acompañarlo con esta versión del soundtrack de L, realizado por la banda Animelmack. Un interesante complemento para acompañar esa maratónica lectura. Es una versión de 24 horas, ideal para no olvidar las instrucciones al momento de usar el Death Note.