Presentadora confesó que era prostituta al aire, pero no teme ir a la cárcel por una contundente razón
Senada Nurkic, una mujer serbia de 26 de años, confesó en vivo que se dedicaba a la prostitución. Aunque la prostitución es ilegal en su país, ella cree que no irá a la cárcel por una contundente razón
Sin temor a nada. En Serbia, una conductora televisión, Senada Nurkic, reconoció públicamente que tiene otro trabajo: ella se dedica a la prostitución. La mujer de 26 años admitió en cámara que cobra por sexo e incluso dio sus tarifas en vivo. Mucho televidentes se empezaron a quejar por lo dicho por la joven por lo que pidieron su salida. Inmediatamente, los directivos de dicho canal de televisión la despidieron. El portavoz del canal Pink anunció que el programa de Nurkic ha sido cancelado debido a las quejas sobre su contenido y el comportamiento de la presentadora.
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"Aunque su programa era de entretenimiento y no tenía la intención de ofender o humillar a nadie, la dirección decidió cancelar su emisión (…) debido a las numerosas quejas de los espectadores", indicó el medio.
Aunque la prostitución es ilegal en Serbia, Senada Nurkic no teme ir a la cárcel y, al parecer, tiene una razón muy poderosa.
"La prostitución es como cualquier otro trabajo. No veo nada malo en ella", se defendió Nurkic en una entrevista al portal Kurir. "Tengo que vender mi cuerpo para sobrevivir y hacer algo más de dinero", añadió.
“La prostitución es como cualquier otro trabajo. No veo nada malo en ella”, agregó.
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Nurkic asegura que no teme terminar entre rejas. "No tengo miedo de ir a la cárcel (…) Tengo un novio que es político y no permitirá que me detengan”, declaró.
La exconductora aseguró que "sus servicios los usan hombres de negocios" y que es muy quisquillosa, afirmando que sólo acepta hombres guapos y adinerados que pueden pagar por sus servicios.
"Cuando sus mujeres no están en casa, voy a sus fiestas sexuales", detalló la mujer
La joven insiste que ella no tiene nada que temer y envió un contundente mensaje a sus detractores: "Los que quieren encerrarme en la cárcel son los mismos que me ayudan a pagar las facturas y a ganar el dinero que necesito para vivir".