Vivió 3 años con gigantesco tumor en la boca, una operación le devolvió la sonrisa (FOTOS)

Una niña africana tiene un inmenso tumor en la boca, no la deja respirarni comer. Viajó a Estados Unidos para ser operada, incluso se tuvo que extraer parte de sus huesos. Su nueva apariencia es impresionante

image internalVivió 3 años con un tumor en la boca, una complicada operación le devolvió la sonrisa

Janet Sylvia tiene 12 años y, durante 3 años, vivió con un tumor gigantesco en su rostro. La protuberancia no le dejaba respirar ni comer con normalidad. Incluso, estuvo todos estos años sin poder cerrar la boca. Las fotografías de Janet están dando la vuelta al mundo, y aunque pueden herir algunas susceptibilidades, su antes y después es maravilloso. Ella es aún una niña y, que pueda volver a sonreír, es un milagro de la vida.

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Janet es de Gambia (África) y, según cuenta su madre, ella nació como una niña normal y pasó muchos años de su infancia como toda niña de su edad. Pero a los 9 años empezó que quejarse de molestias en su boca. Fue entonces que tuvo que ser llevada al médico y allí descubrieron que padecía de un tumor benigno en la parte baja de la quijada. Lamentablemente, en su país no se contaba con la tecnología necesaria para operarla y como sus padres eran de condición humilde no hicieron nada.

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Pero los años pasaron y el tumor fue creciendo. Felizmente, el grupo "Healing the Children" (curando a los niños) tomó su caso y la contactó con uno de los fundadores de Global Medical Relief Fund, el doctor Hoffman. Esta organización ayuda a los niños que necesiten atención médica y que estén en situaciones como la de Janet.

Su caso era demasiado grave y el mejor lugar para operarla sería Estados Unidos. Janet viajó y allí fue sometida a una complicada operación que duró 12 horas. No fue sencillo operar a Janet porque, tal como lo indica el doctor Hoffman, el tumor crecía de forma constante. Les tomó meses encontrar una forma de intervenirla.

Tras quitarle el tumor, los médicos tuvieron que tomar parte del hueso de una de sus piernas para reconstruir su quijada, la cual estaba severamente dañada por el crecimiento de ese tejido.

Finalmente, la operación fue un éxito y hoy Janet puede sonreír. Ella y su madre están muy agradecidas.

Hoy, Janet vuelve a ser feliz.