Le decían “muslos gruesos” por su obesidad, ahora pesa 51 kilos y es una sensual modelo fitness [FOTOS]
Meghan Gilbert es una joven que sufrió de bullying en la escuela por su sobrepeso. Decidió cambiar radicalmente y ahora luce muy diferente. Su caso ha inspirado a otras mujeres.
El bullying se ha convertido en una problemática social que se intenta combatir en las escuelas donde los más indefensos siempre la sufren. Los que la cometen suelen agredir verbal o físicamente a otro compañero cuyos esfuerzos por defenderse son inútiles. Por lo general siempre se ataca por la contextura física, color de piel o imperfecciones que suelen tener algunos. Esto le sucedió a Meghan Gilbert a quien sus compañeros hacían bullying por su sobrepeso. Ella fue diagnosticada con un raro síndrome por el que comía compulsivamente. Esto hizo que llegase a pesar 95 kilos y a tener un índice de masa corporal (IMC) de 34,3, lo que significa que era severamente obesa.
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En su escuela, sus compañeros de clases le ponían sobrenombres por el tamaño de sus cuádriceps. Sus compañeros le decían “muslos gruesos” y esto le afectaba mucho. Meghan se veía en fotos y no le gustaba cómo se veía, entonces tomó una radical decisión: era momento de cambiar su estilo de vida.
Meghan cambió drásticamente su dieta y empezar a hacer ejercicio. En lugar de sentirse avergonzada por sus piernas, trabaja para hacerlas aún más musculosas y fuertes y está empezando a llevar pantalones cortos por primera vez en su vida. Entonces, empezó a ver los resultados: perdió 50 kilos.
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Meghan, modelo e influencer en las redes sociales, dijo: "Me solían llamar muslos gruesos". "Toda su intimidación alimentó mi desorden de comer compulsivamente e hizo que me odiara por lo que veía". Fue sólo después de ver mis fotografías de los últimos años cuando comencé a darme cuenta de que no estaba feliz y necesitaba cambiar mi estilo de vida".
Meghan dijo: "Yo no tenía amor propio ni amor por mí misma, así que sólo comía y era perezosa porque no sabía qué hacer, apenas salía de mi casa". Odiaba mi cuerpo y todo lo relacionado con mi apariencia, así que seguí comiendo porque no me importaba".
Ahora, Meghan es una modelo fitness que pesa 51 kilos convirtiéndose en un ejemplo a seguir.
Así luce ahora: