La Leyenda de Korra es acusada de de 'occidentalizar' y 'blanquear' la franquicia de Avatar

Con la llegada de Avatar: El Último Maestro Aire y Avatar: La Leyenda de Korra a Netflix, la popularidad de la franquicia se ha vuelto mucho más grande. Diversos medios de comunicación le han dedicado artículos donde se refieren a los tomas que tocan en las series, desde puntos básicos de la historia hasta detalles controversiales que muchos pasaron por alto.

En este último punto, ha cobrado relevancia un artículo del medio 'Medium', el cual ha acusado a 'La Leyenda de Korra' de "corromper" el mundo Avatar y de 'occidentalizar' su esencia, blanqueando las culturas de la primera serie.

El Último Maestro Aire se lanzó en 2005, mientras que La Leyenda de Korra se estrenó en 2012, con varios años de diferencia. La secuela tuvo muchos cambios, si bien se mantiene el mundo de Avatar, ocurre un giro muy radical, logrando que ambas series sean totalmente diferentes.

Por ello, Jeannette Ng, escritora china ahora nacionalizada inglesa, publicó en Medium un largo artículo que lleva por nombre ''The Inescapable Whiteness of Avatar: The Legend of Korra , and its Uncomfortable Implications'' (La blancura ineludible de Avatar: La Leyenda de Korra, y sus incómodas implicaciones), texto en el que expone el cambio de pensamiento observado en la serie secuela.

Para la periodista, La Leyenda de Korra impone un pensamiento occidental en la historia. Ella opina que la estatua de Aang colocada en Ciudad República es una referencia a la Estatua de la Libertad en Nueva York, y que esto es una señal de que las ideas del mundo asiático han sido apartadas por los guionistas para dar paso a una realidad moderna que incluye al capitalismo abrasador de Occidente.

Otro ejemplo que dice menciona Jeannette, es que la arquitectura de la ciudad capital, lucen como los alrededores de Central Park (New York) y no como los que se observaron en Shangai o Hong-Kong en la década de los veinte y que debieron ser los herederos de la edificación urbana en un mundo que algunas décadas atrás lució como la China imperial.

Otro detalle que Jeannette Ng menciona y repudia, es la poca importancia que se le da al conflicto de antaño con la Nación del Fuego y a los residuos del colonialismo que debieron quedar en Ciudad República, territorio que durante Avatar estuvo bajo el dominio de Ozai y que luego de finalizada la Guerra de los 100 años se negó a formar parte del Reino Tierra debido a una cuestión de hibridación cultural.

Como conclusión, Jeannette cree que La Leyenda de Korra asume que Occidente -específicamente la vida estadounidense- es el objetivo y el destino inevitable de todos los mundos, y que no existe otro camino para la modernización y el progreso. También reprueba terriblemente lo que los escritores hicieron con las Tribus Agua, pues mientras Katara se toma el tiempo de destruir una base industrial de la Nación del Fuego en "La Dama Pintada", en La Leyenda de Korra se ve que los maestros agua y sus respectivos territorios se han entregado a la explotación del medio ambiente, y que incluso son los enemigos en la secuela. Si tenemos en cuenta que la Tribu Agua está basada en la cultura Inuit, esto podría resultar inverósimil y degradante para muchos, pues los esquimales se han negado a la industrialización toda su vida. Jeannette justifica:

En el mundo real, estas son las personas que se resisten al imperialismo, especialmente al imperialismo ecológico (lo que hacen en The Last Airbender), y por lo tanto lanzarlos como los villanos contaminantes implica que si se les diera la oportunidad, estas culturas serían "tan malas" como las de Cccidente, que "así son todos".

Finalmente Jeannette Ng, hace una aclaración al final en su artículo donde invita a los fans de la serie a disfrutar del producto si es que guardan recuerdos agradables. Señala que su visión y sus interpretaciones no tienen por qué dañar la imagen de la serie, además, agrega algunas notas que amplían su punto de vista. Dale click aquí para leer el artículo completo.