Los misterios de Buscaminas: La historia que esconde el juego más adictivo de Microsoft

Hace unos años, las versiones antiguas de Microsoft venía con un paquete de juegos, dos de los más representativos de la casa tecnológica: Solitario y Buscaminas; esta última se volvió en una adicción para muchos porque aunque la dinámica era simple, el azar podía jugarte en contra.

El juego poseía una lógica básica, los cuadrados que se encontraban en la ventana debían ser desbloqueados con un clic sin detonar ninguna mina y aunque la animación no era la más atractiva eso no fue razón para que las personas no se enganchen con Buscaminas.

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Sin embargo, Buscaminas, junto a Solitario, fueron dos elementos que sirvieron para demostrar que la plataforma de Microsoft no solo era de uso profesional o dedicado al trabajo, sino que podía ser llamativo en el aspecto del ocio y entretenimiento. La fórmula no falló y fue así en adelante.

Tan adictivo podía ser Buscaminas, que el mismísimo Bill Gates gastaba incontables horas de su tiempo en intentar pasar el juego, por lo que finalmente tuvo que desinstalarlo. Esta adicción poseía una razón: el primer clic nunca explotaba una mina, de ser así se volvería frustrante y abandonarían la partida.

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Por otro lado, existe otra teoría de la razón existencial de Buscaminas y otros títulos en la plataforma de Microsft. La compañía habría integrado este juego para que la gente se familiarizara con el ‘mouse’, pues las funciones de cliquear, arrastrar y soltar se vuelvan en funciones cotidianas.

Sea cual sea el motivo de la existencia de Buscaminas en la historia de Microsoft, hoy por hoy sigue siendo un atractivo para los usuarios y se puede instalar en la tienda de Windows.