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3 momentos donde la Princesa Diana pudo ser “libre”, desde una playa nudista a viajar como turista

La Princesa Diana vivió una pesadilla siendo de la realeza, pero hubo 3 momentosdonde pudo experimentar la libertad y ser "normal". Entérate de todos los detalles aquí.

Las 3 veces en que la Princesa Diana escapó de la realeza y pudo ser libre

Las 3 veces en que la Princesa Diana escapó de la realeza y pudo ser libre

“Quiero irme de vacaciones pero no quiero ningún tratamiento especial. Quiero ser como todos. Quiero parecer una persona normal”, fueron las palabras de Lady Di, la princesa británica que, a 20 años de su partida, se siguen descubriendo más capítulos de su agitada vida. Esta vez, su exguardaespaldas se atrevió a contar los 3 momentos en que Diana pudo ser libre.

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Ken Wharme estuvo al cuidado de Diana entre 1987 y 1993. Se retiró del servicio en la Metropolitan Police en 2002, tras pasar más de la mitad de su vida al cuidado de la familia real. Como producto de estos años de servicio, decidió escribir sobre la inquietante vida de la realeza, y en su último texto “Guarding Diana”, revela algunos extractos exclusivos sobre la vida la Princesa.

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Empecemos:

#1 Despedida de soltera en un vuelo económico

Diana estaba decidida a ser “normal”, aunque eso significaba tomar un vuelo barato o de “clase rebaño” (como lo llamaba la princesa entre risas). Acostumbrada a viajar en jets o aviones privados, Lady Di no tenía sospechas de lo complicado que sería viajar en un vuelo económico.

“Lamentablemente, fue reconocida por unas ruidosas chicas de Essex que iban a un fin de semana de fiesta en Ibiza. De primeras, no podían creer que estuvieran frente a ella:

-¡Es la mismísima Diana! ¡Mira, es la Princesa!, decían.

-Oh Dios, ¡es ella!

-¿No debiera ir en primera clase?, dijo otra.

Así fue como en segundos, estuvimos rodeados de personas dándose vuelta a mirar a Diana.

-¿Podemos tomarnos una foto, su Majestad? Es su despedida de soltera, dijo una de las chicas mientras apuntaba a una de sus amigas”, cuenta Wharme.

Pero eso no fue todo, Diana también saboreó las peripecias que pasa la mayoría de gente al viajar con un pasaje comercial.

“¿Por qué tenemos que irnos tan temprano?, se quejó. ‘El vuelo no es hasta las 3 pm y he hecho una cita a las 11:30 am’. ‘Bueno, no sé por qué hizo esa cita señora, no alcanzaremos a llevar el equipaje y pasar por seguridad a tiempo’, respondí. ‘Perderemos el vuelo y además tendremos que tomar un transporte público’.

“Me miró confundida. ‘¿De verdad? ¿Se demora tanto así?’, preguntó la Princesa.

Ya en el aeropuerto Diana no pasó desapercibida, y solo duró un par de minutos antes que fuera sacada por Servicios Especiales. Wharme los contactó sin que la Princesa supiera. Desde entonces, Diana recordaba el capítulo con mucho humor, y de lo único que se arrepiente es de no unirse a la despedida de soltera de las chicas.

#2 Coqueteos con Luciano Pavarotti

A la Princesa le fascinaban las copras en vísperas de las festividades, así podía huir de la formalidad de Navidad en Palacio. En uno de los viajes que hizo en diciembre junto a su madre, decidió ir a Italia y presenciar un concierto de Luciano Pavarotti. El tenor se dio cuenta de su presencia y la invitó a su camarín. Allí se mostró muy respetuoso con Diana, sin antes dar algunos coqueteos.

“Cuando nos fuimos del lugar, ella estaba feliz. Mientras esperábamos el auto, de pronto dijo que quería ir a Venecia. ‘Ken, nos hemos salido con la nuestra. Nadie sabe que estamos aquí, ni siquiera la prensa local. Por favor, vivamos un poco’, me dijo.

Wharme contactó con la embajada de Venecia, y se logró los arreglos para que dos botes los llevaran por la ciudad. “Si tan solo pudiera tener esta libertad una vez al mes, valdría mucho más la pena”, decía la Princesa con una emocionada tristeza en los ojos.

#3 Una playa nudista por error

“En otro de nuestros viajes, fuimos a la playa de Shell Bay. No había nadie, por lo que pensé que era seguro dar un paseo. Le di a Diana un radio y un mapa y le dije que la vería al final de la bahía en un auto. El paseo iba a durar unos 40 minutos así que me senté en un jardín a esperar, cuando de pronto sonó mi radio”, cuenta el exguardaespaldas.

“-Soy yo, ¿me puedes escuchar? ¡Es asombroso! No puedo creerlo”, decía feliz. ¡Aunque debiste contarme sobre esta colonia nudista!”, y ambos estallaron en risas. Felizmente nadie dijo nada y Diana pudo disfrutar de su paseo.

El libro “Guarding Diana” saldrá a la venta el próximo 10 de agosto, y estamos seguros que será un éxito.

¡Por siempre Lady Di!