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Perro extraña tanto a su dueño que llora y abraza a un maniquí parecido a él [FOTOS]

Vía Facebook. Conoce la historia de Shorty, un perro al que tuvieron que comprarle un maniquí y colocarle la vestimenta de su dueño para evitar su sufrimiento cuando este salía de casa.

aweita.pe

Shorty, un perro pug rescatado de un refugio de Philadelpia, ha conmovido a cientos de internautas en las redes sociales, luego de que se conociera el gran vínculo de amor y amistad con su dueño.

Desde hace 11 años, el can vive en la casa de Marc, la persona que lo rescató de un refugio en Philadelphia y que, ahora, se ha convertido en su único y fiel compañero, tanto así que Shorty no soporta verlo partir de casa sin él y lo sigue a todos lados.

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Marc aún o sabe si esta peculiaridad de su mascota es producto del pánico que le tiene a la soledad por haber estado en un refugio varios años, o simplemente es la lealtad y el amor que el can ha cosechado por él.

“Ha estado sufriendo de ansiedad últimamente y lamentablemente Marc viaja mucho por trabajo. Se pone a ladrar y llora cuando no está y nada parece calmarlo. Ni siquiera se calma cuando yo lo tomo, sólo quiere a su papá”, contó Kristen Peralta, la esposa de Marc, al sitio sobre historias de animales, The Dodo.

La mujer señala que, varias veces, intentó calmarlo y hacerlo sentir mejor, pero no obtuvo resultados, por lo que, indica tuvo que dejar como almohada una remera de Marc, y ni aún así lograba calmar la tristeza del perro por su amo.

Al ver el sufrimiento diario de la mascota cuando se iba su dueño, y que sus esfuerzos por calmarlo eran en vano, Kristen no tuvo mejor idea que comprar un maniquí al que vistió con la ropa de Marc.

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“Lo senté sobre el maniquí con los brazos alrededor de él, y en media hora se había quedado dormido. Durmió toda la noche acurrucado a él. Fue todo un logro”, relató Kristen con una sensación de alivio por haber encontrado la solución a la trsiteza de Shorty.

Pese a que Marc se siente aliviado por saber que su mascota ya no sufre, aún le cuesta creer lo fácil que fue reemplazarlo con un maniquí.