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Ella le hizo esto a sus pies para verse hermosa, tiempo después se lleva lamentable sorpresa

aweita.pe

Si los pies de las mujeres no estaban vendados, nadie se casaría con ellas. Esta antigua tradición china consistía en vendar los pies con seda o algodón. Con el tiempo, los pequeños huesos de los dedos se quebraban bajo el peso del cuerpo, y el arco del pie se deformaba. Esto empezó como un símbolo de estatus porque solo un hombre muy rico podría darse el lujo de tener una esposa inmóvil, pero la práctica se extendió hasta las clases más pobres.

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Décadas después que se prohibiera esta práctica, una fotógrafa británica retrató a las últimas mujeres que lo hicieron obligadas por sus padres, o por voluntad propia.  Sin embargo, por más cruel que se escuche-o lea-esta costumbre empoderaba a las mujeres.

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Su Xi Rong le mostró sus pies a la fotógrafa, los cuales estaban vendados desde que tenía siete años, y ahora, eran tan pequeños que le habían hecho ganar fama por su belleza. Esta mujer de 75 años es una de las últimas que fue sometida a esta práctica desde que se prohibió formalmente en 1912. Cuando se decidió a retirar las vendas, notó que sus pies estaban casi destrozados. Luego de ganar kilos, sus pequeños pies no pudieron soportar más su peso. Tristemente, ella nunca más podrá caminar.

A pesar de la prohibición de la práctica, que según se creía hacia los pies más bellos continuó en muchas zonas rurales hasta la Revolución Cultural de 1949. Durante ocho años Farrell visitó a más de 50 mujeres como Su Xi Rong. Sus historias, dice, la sorprendieron por el orgullo y empoderamiento que encerraban. Farrel reunió estas fotografías en el libro “Historias de vida".