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Nació sin útero ni vagina, pero pudo dar a luz, la proeza médica que cautiva al mundo

Ella dio a luz a pesar de nacer sin vagina ni útero, la historia que impacta al mundo

Ella dio a luz a pesar de nacer sin vagina ni útero, la historia que impacta al mundo

¿Has escuchado sobre el Síndrome de Rokitansky? Es una terrible enfermedad que hace que las mujeres nazcan sin vagina ni útero, arrancando de raíz la posibilidad de tener hijos naturalmente. Este es el caso de Mali Sternberg, una mujer de 35 años que vive en Suecia y junto a su pareja, estaban ansiosos por tener un bebé. Cuando Claes Nilsson se enteró de la enfermedad de su novia, buscó incansablemente un tratamiento y lo que encontró, dejó asombrados a todos.

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Nilsson es el mejor amigo de Mali, de ahí nació su relación. Todo iba bien pero ambos decidieron que era tiempo de dar un paso más, así que quisieron tener un bebé, pero por la condición de Mali, parecía imposible. Ella estaba resignada, pero él no. Sabía que uno de los mayores sueños de Mali era dar a luz a su propio hijo, así que decidió investigar y encontrar el tratamiento que pudiera hacer su sueño realidad.

Tras meses de investigación, descubrió un interesante proyecto de investigación de la Universidad de Gothenburg, donde seleccionaron a 9 mujeres que padecían este Síndrome y a través de una operación, les daban la esperanza de  ser madres naturales ¿En qué consistía dicha operación? En implantar un útero donado.

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Sonaba arriesgado, pero Mali aceptó el reto y conoció a Ewa Rosen, una mujer de 61 años que le donó su útero. Tras una fecundación in vitrio, Mali quedó embarazada y pudo sentir que su hijo crecía en su vientre, su nuevo útero. A la semana 31, la mujer entró en trabajo de parto y dada su condición, le practicaron una cesárea.

El caso dio la vuelta al mundo, porque se trató del primer trasplante de útero de Suecia. La cesárea fue un éxito y Vicent pudo venir al mundo sin complicaciones. Hoy es un niño hermoso, que pronto cumplirá dos años. Tanto Mali como Claes están muy agradecidos por esta oportunidad, porque la vida y la ciencia, les permitió tener a su propio hijo.