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Quieren escapar de Kim Jong-un pero todo les sale mal, así terminan las desertoras del régimen norcoreano

La situación en Corea del Norte no es de las mejores por lo que muchas personas quieren escapar de dicho país; sin embargo, muchas veces las cosas les va muy mal.

Así terminan las desertoras

Así terminan las desertoras

Hace unos meses, Estados Unidos agregó a China a la lista negra de personas traficantes de países donde también se encuentra Corea del Norte, liderados por Kim Jong-un. Estados Unidos considera que  ambos países asiáticos son cómplices en lo que respecta al tráfico de personas destinadas a la explotación sexual. Rex Tillerson, jefe de la diplomacia estadounidense, dio las razones por las que el gigante asiático ingresó a esta lista negra:

“China cayó en esta lista en parte, porque no ha tomado medidas serias para poner fin a su complicidad en el tráfico de seres humanos, incluyendo a los norcoreanos sometidos a trabajos forzados”.

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“Corea del Norte recibe cientos de millones de dólares por año (…). Eso no puede continuar”, agregó Tillerson.

Este tema, incluso, ha servido para inspiración de muchos autores como el llamado “Querido Líder”, escrito por un desertor norcoreano Jang Jin-sung. En dicha publicación, el hombre relata las experiencias de muchas personas que han caído en el tráfico de personas de personas:

“En China, hay menos mujeres que hombres, y en algunas aldeas no hay mujeres siquiera. Estos hombres no pueden casarse, a menos que tengan dinero… Entonces, hay hombres que se dedican a secuestrar a mujeres norcoreanas apenas cruzan la frontera con China”, explicó Shin Gwang-ho, un agente de bolsa que relata que los desertores norcoreanos arriesgan su vida por una vida peor a la que dejan atrás.

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“¿Saben cómo llaman a las mujeres norcoreanas aquí?”, preguntó Shin desde su casa en el noreste chino. “Cerdas”, contestó.

“En el campo chino, los cerdos son valiosos, así que la gente llama a las mujeres ‘cerdas’. Son clasificadas según su edad y apariencia. Una ‘cerda’ de primera categoría puede conseguirse por alrededor de 200.000 won; la segunda categoría se vende a 150.000 won; y la categoría tres puede costar 100.000 won. Los brokers, que actúan como intermediarios, cobran la mitad del precio de venta como honorarios. Categoría uno es equivalente a alrededor de USD 1.500″, contó el corredor de bolsa en el texto.