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La guerra tecnológica en su punto más crítico: Estados Unidos pone en jaque a operadoras, apps, y servicios de China

Mike Pompeo, secretario de Estado del país norteamericano, ha revelado la nueva medida en contra de China en la guerra tecnológica que viene ocurriendo entre ambas potencias.

La guerra tecnológica entre Estados Unidos y China vuelve a encenderse y esta vez, la ofensiva ha sido tomada por el país norteamericano. | Fuente: Getty Images.

La guerra tecnológica entre Estados Unidos y China vuelve a encenderse y esta vez, la ofensiva ha sido tomada por el país norteamericano. | Fuente: Getty Images.

Mientras la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China continúa, la administración Trump ha decidido anunciar los planes que tiene para seguir complicando la situación de las compañías provenientes del gigante asiático en su propio territorio. Con la presión que el Gobierno viene ejerciendo sobre ByteDance y su plataforma de videos musicales cortos TikTok, la gestión del mandatario ha decidido mantener su ofensiva con Clean Network, el programa con el que planean limitar a todos los servicios de Internet chinos.

Mike Pomeo, secretario de Estado de EE.UU, fue el encargado de anunciar las nuevas medidas que el gobierno tomará para impedir que la información de carácter sensible perteneciente a los estadounidenses, tanto a las empresas como a los ciudadanos, se filtre a los que se ha denominado como “actores malignos dentro del Partido Popular Chino” utilizando lo que ya es considerado como el mayor veto a las empresas de China que se haya efectuado en Estados Unidos.

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De este modo, el Estado asegura que las compañías con sede en China deben rendirle cuentas en caso éste lo solicite, suministrando la información que la gestión Trump desee. Por si fuera poco, Estados Unidos ha invitado a que todas sus naciones aliadas se sumen a este esfuerzo y obliguen a que las compañías chinas ubicadas en sus territorios se retiren para “asegurar sus datos de la vigilancia del Partido Comunista Chino y otras entidades malignas”.

Cabe destacar que este nuevo programa llamado Clean Network parte de un proyecto que había iniciado tiempo atrás, con el veto comercial a Huawei, ocurrido en 2019, y a otras operadoras del gigante asiático mediante la prohibición de la instalación de antenas 5G en suelo estadounidense. No obstante, a través del comunicado emitido por el Departamento de Estado, ahora también se añadirán los siguientes apartados:

  • Operadoras: Abarca a las firmas tecnológicas que ofrezcan servicios de telecomunicaciones a través de operadoras, además de las que desarrollan su correcto funcionamiento. Como ejemplo, está Huawei y su red 5G.
  • Tiendas de aplicaciones: Bajo este punto, el gobierno estadounidense se refiere al retiro de apps “no confiables” o que “sean afines al Partido Comunista Chino, que atentan contra la privacidad, difunden virus y despliegan propaganda y desinformación”. Como ejemplo, podría mencionarse a TikTok y WeChat, aunque este primero no ha sido mencionado en el documento oficial probablemente debido a su posible compra por parte de Microsoft.
  • Apps en móviles chinos: Prohíbe que aplicaciones “confiables” puedan ser descargadas de las tiendas digitales chinas o vengan pre-instaladas en móviles fabricados por firmas de dicho país. Por ejemplo, están los servicios de Google en móviles Huawei, algo que también fue removido por la gigante tecnológica debido al veto comercial.
  • Almacenamiento en la nube: El Estado busca que la información sensible y privada de ciudadanos y compañías estadounidenses no se alojen en los servidores de empresas chinas o a las que tienen acceso. Como ejemplo, están las bases de datos de firmas como Alibaba, Tencent o Baidu.
  • Tráfico por cableado submarino: La administración Trump plantea que los cables submarinos interconectados en todo el mundo que proveen servicios de Internet y similares a diversos territorios no sean accesibles para el Partido Comunista Chino.

No cabe duda de que se trata una contundente declaración de guerra que pone una vez más en jaque a las compañías tecnológicas de China y, pese a que aún no se ha estipulado una fecha oficial para el funcionamiento del programa, es evidente que Estados Unidos planea hacer de este su propia versión del Great Firewall, la combinación de leyes que le permitió al gobierno chino controlar y regular Internet en su territorio.