Refugio organizó fiesta de cumpleaños a gatita para que la adopten, pero nadie fue
La gatita padece del Virus de Inmunodeficiencia Felina, y por ello le costó encontrar un hogar durante mucho tiempo. ¿Qué ocurrió con ella?
Gatita Monique: Refugio le organizó fiesta de cumpleaños para que la adopten, pero nadie fue.
Monique llevaba viviendo 121 días en el refugio para animales Battersea Dogs and Cats Home, cuando el promedio es de tan solo 23 días. Las personas a cargo del animal no pudieron encontrarle un hogar por los problemas de salud que enfrenta el animal, ya que padece del Virus de Inmunodeficiencia Felina. Una enfermedad que provoca una bajada de defensas en los gatos y los deja indefensos ante la amenaza de virus y bacterias.
La felina es increíblemente sociable y juguetona, pero eso no parecía ser suficiente para atraer a potenciales nuevos dueños. Debido a esto, el refugio tuvo la idea de hacerle una fiesta de cumpleaños para promover su adopción, e hizo un gran evento en el que invitó a toda la comunidad a que conozca a la gatita. Las esperanzas de atraer personas con la curiosa celebración, ostentosa decoración y noble causa se disolvieron rápidamente: nadie asistió.
Es entonces que la historia dio un giro dramático, debido a que esto se volvió noticia nacional en Inglaterra. ¿Una fiesta de cumpleaños a un gatito sin invitados?, ¿tienen idea de lo conmovedor que eso? Los del refugio tomaron fotos de lo sucedido y lo subieron a su página para generar aún más ruido, e incluso comenzaron a dar entrevistas contando la situación del animal.
Entonces, ¿qué ocurrió con Monique? Pues un joven llamado Adnan vio la cobertura televisiva de este caso y mandó una aplicación para adoptarla. Finalmente, esta persona pudo llevarse al animal a casa, al sur de Londres.
Monique es tímida, pero tuvo tiempo de adaptarse a sus nuevos entornos debido a la pandemia, que permitió que tanto dueño como mascota pudieran compartir tiempo de calidad. Adnan declaró lo siguiente al refugio:
“Solo hemos sido yo y Monique desde marzo. Es muy habladora, me saluda cada mañana y puede ser un poco mandona a veces cuando quiere que le dé un premio. Me sigue por la casa pidiéndome con su patita cada vez que quiere que le rasque la cabeza o la acaricie. Inicialmente le encantaba recostarse en mi regazo (lo cual era interesante cuando trabajaba), pero ahora ha decidido optar por otros de los cómodos sitios que tiene en la casa, y en su lugar me invoca solo para caricias”. Así, Monique lleva viviendo poco más de un año en su nuevo hogar.
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