¿Por qué no podemos parar de ver series? Esta es la explicación y lo dice la ciencia
Gracias a plataformas de streaming como Netflix, las series han alcanzado su punto de popularidad más alto en los últimos años. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué no puedes dejar de verlas?
En la actualidad, hasta el identificado con la tecnología ha escuchado la palabra Netflix, la plataforma de series y peliculas streaming más popular del mundo. Gracias a ella es que muchas producciones gozan de gran audiencia y se han vuelto viral en las redes sociales, como fue el caso de 'Luis Miguel: La serie', 'La casa de papel' y ahora con 'La casa de las flores'. Es innegable, cuando no hay planes con los amigos o la familia la siguiente mejor opción es disfrutar de una maratón de tu programa favorito, pero ¿por qué no podemos dejar de ver una y otra serie? O peor aún, ¿por qué sufrimos tanto cuando terminan?
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La neurociencia y la psicología parecen tener la respuesta: La empatía es la capacidad de reconocer los sentimientos de los demás y esto es lo que nos sucede cuando visualizamos una historia, interiorizando sus emociones y sintiéndonos participes ante un fin común.
Algo así demostró el neuroeconomista Paul Zak de la Claremont Graduate University. Este investigador mostraba en un vídeo cómo un padre pasaba los últimos días con su hijo enfermo. En las respuestas fisiológicas de los participantes se halló como los niveles de cortisol y oxitocina, hormonas relacionadas con el estrés y la empatía respectivamente, habían ascendido tras observar el video, especialmente entre los sujetos que mostraban mayores conductas de afectación.
La clave está en el suspenso
Parece que la angustia de no saber lo que va a ocurrir es lo que hace que nuestro cuerpo produzca un exceso de CRH, hormona implicada en los procesos de estrés que nos hace mantenernos en estado de alerta, lo cual puede, incluso, hacer que perdamos la sensación de cansancio y sigamos dando click al siguiente capítulo.
Además, cuando disfrutamos de una serie, nuestro cerebro produce continuamente dopamina, un neurotransmisor implicado en el refuerzo cerebral que también influye en nuestra sensación de placer cuando tomamos drogas o tenemos sexo, y esto hace que nos sintamos adictos a esta forma de placer. Otros estudios han hallado que nuestro cerebro tiende a focalizarse especialmente en aquello que nos provoca suspenso mientras que ignora lo demás.
Imitamos lo que vemos
Nuestra identificación con ciertos personajes, que pueden tener puntos en común con nosotros y nuestras vidas reales (laborales, personales, sociales), hace que podamos aprender de ellos por aprendizaje vicario; es decir, viendo un modelo semejante a nosotros, podemos aprender de qué manera resuelve sus problemas o cómo se complican más las cosas con sus comportamientos.
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La 'depresión' post serie
La felicidad o excitación que nos produce ver series es proporcional a la tristeza y el vacío que nos deja cuando no podemos ver más episodios. Vivimos en ese momento una situación que puede ser considerada de pérdida y podemos sentimos poco estimulados.
Pero cuando volvemos a la realidad es cuando las obligaciones que hemos dejado a un lado se nos echan encima: "nos quedan 6 horas para tener que levantarnos, no hemos preparado la comida para el día siguiente, y nuestro nivel de estrés puede llegar a ser aún mayor que al principio". Por ello, es importante encontrar el equilibrio y no dejar que ver series sea la única forma de liberar el estrés.