Tres secretos de comprensión lectora que la mayoría de personas no conocen
¿Te ha pasado que a veces leer se convierte en una tarea muy tediosa? A veces las palabras son muy chicas, o no son parte de nuestro vocabulario y nos cuesta mucho entender un texto, y por ende lo terminamos dejando y decimos que no nos gusta leer.
La comprensión lectora es un tema que ha tomado cierta importancia en la educación escolar actual, ahora todos los niños llevan una materia con ese nombre, pero si tú eres uno de los que no la llevaron, como nosotros, y quieres aprender algunos trucos para no ‘aburrirte’ de los libros aquí te dejamos algunos consejos del portal web lecturaagil.com, ¡toma nota!
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#1 Investiga al autor:
Cada persona pone un poco de sí mismo en sus textos, en algunos autores se nota más y en otros menos. Es importante que tú sepas quién es la persona que ha escrito lo que estás leyendo, cuál es su intención y a dónde quiere llegar cuando escribe ese texto.
“Leer es, entre otras cosas, establecer un diálogo con el autor, comprender sus pensamientos, descubrir sus propósitos, hacerle preguntas y tratar de hallar las respuestas en el texto”, se afirma en el blog.
Si logras conocer las intenciones y objetivos del autor será más fácil que logres entender el texto, así tendrás la sensación de que el autor establece un diálogo contigo mismo.
#2 Skimming y Scanning:
Cuando quieres aprender un nuevo idioma y no estás muy familiarizado con todas las palabras es común que se aplique esta técnica. Skim es el hecho de leer todo a grandes rasgos tratando de encontrar una idea general del texto, y Scan es analizar el teto rápidamente pero no leerlo por completo, a fin de encontrar las ideas más relevantes.
“Podemos realizar una voraz lectura del texto, sacando el máximo partido de un cerebro al cual hemos facilitado la absorción de información y la concentración y que ya sabe lo que le espera”, sostiene el blog.
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#3 Haz mejores preguntas:
Hacerte preguntas te ayudará a entender mejor el texto, ¿cómo así? Sencillo, antes de leer un texto pregúntate a ti mismo cuáles son tus objetivos al leer ese texto y cuáles son las preguntas que quieres que el libro te conteste. El autor del texto al que citamos admite que escribe en la primera hoja del libro las preguntas que quiere que sean contestadas, para al finalizar la lectura poder respondérselas por su cuenta. Hacerte preguntas te ayudará mucho a entender lo que lees.