¿Cómo los perros consiguen volver a casa luego de estar perdidos?

(Por: Dora Poma)

¿Cómo logran los perros volver a casa luego de estar perdidos? Gran pregunta que muchos de nosotros nos hacemos y que posiblemente estemos cerca de la respuesta ya que sabemos que el olfato de los perros es tremendamente poderoso, pero su memoria es muy débil y su sentido de la orientación comparado con el de otros animales, como los gatos, no es lo suficientemente fuerte para llegar de vuelta a su casa.

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Según una investigación llevada a cabo en la Universidad de Vancouver, los perros sólo consiguen regresar a casa debido a que rastrean a sus amos y el recorrido que éstos hicieron. Estos hacen uso de sus dos habilidades, siendo la primera muy conocida, es decir, el olfato, y la segunda realmente sorprendente y conmovedora.

Así como lo lees, su sentido del olfato está especialmente entrenado para reconocer el olor individual del humano al que mejor conocen y que ven como su líder de la manada. Asimismo, entre todos los aromas de un ambiente pueden reconocer el que están buscando y de esa manera seguirlo sin descanso hasta encontrarlo.

Por otro lado, cabe mencionar que un perro jamás acude a su sentido de la orientación, en ningún momento sabe dónde se encuentra ni hacia dónde está su casa, sin embargo, se mueve guiado por su infalible olfato que difícilmente les falla.

También son capaces de caminar y caminar hasta encontrar su hogar debido a su fuerte sentido de lealtad hacia su humano. Para el perro, el vínculo con su amo y su territorio es algo sagrado a lo que no puede faltar. Incluso es posible afirmar que todas las motivaciones emocionales de los caninos surgen de este sentimiento de fidelidad razón por la cual no descansan hasta reencontrase con sus amos.

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Ante esto y como ejemplo tenemos la historia del famoso Akita Hachiko, un perro que cada día iba a la estación de tren a esperar a que regresara su amo del trabajo. Un día, su amo murió repentinamente mientras trabajaba razón por la cual nunca volvió a casa en el tren de la tarde. Pero Hachiko, fiel a su dueño, regresó cada día de su vida, hasta morir, al lugar en donde siempre se encontraba con su amo.

Sin duda, su sentido de lealtad fue superior a la necesidad de conseguir resguardo o a la tentación de reiniciar una nueva vida al lado de otra persona. Así pues, en honor a su fidelidad, en Japón, se exhibe una estatua que conmemora al Hachiko justo en el lugar en donde pasó toda su vida esperando a su amigo y dueño.

ASÍ LUCE LA ESTATUA DE HACHIKO