Seguro cuando eras niño alguna vez tus padres te dijeron que no debías tragarte un chicle pues se pegaría en tu estómago y se quedarían ahí para siempre, ¿Ahora lo recuerdas?, pero ¿Qué es lo que realmente ocurre cuando te da flojera sacarte el chicle de la boca y botarlo, y prefieres evitar la fatiga y pasártelo?
Además del mito de que ‘se te pegará en el estómago’ hay otras leyendas que se han ido pasando de generación en generación sobre el consumo de la goma de mascar.
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Hoy una especialista gastroenteróloga y clínica de la NYU Langone Medical Center, la Doctora Lisa Ganjhu, se ha encargado de desmitificar el consumo de chicle.
Como primer punto la especialista afirma que, efectivamente, el chicle no está elaborado para el consumo humano.
“Es complicado explicar porque todo es diferente en función de su composición química. Y cada cuerpo obviamente es diferente. Las cosas más elaboradas, son las más difíciles de digerir”, explica la especialista.
Con respecto a que el chicle se quedará en tu estómago por 7 años la doctora explica: "Es un excelente mito urbano, siete años siempre es un buen número, supongo. Pero no es verdad, si lo fuera tendríamos varias gomas de mascar en el intestino, lo cual no sería nada bueno para la salud”.
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Por otro lado, en cuanto al mito que advierte que el chicle se quedará en tu intestino la especialista afirma que "Existen casos raros en los que se puede acumular y se quedan atascado, eso significa que no tienes un tracto digestivo normal. En última instancia, toda la acidez y sustancias químicas en nuestro cuerpo hace que se endurezca y se rompa en pedazos cada vez más pequeños, y, finalmente, saldrá envuelto en las heces fecales”.
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