Manny Pacquiao agradeció de una increíble manera a las personas del pueblo donde creció

El 2 de mayo del 2015 el mundo se paralizó. En un cuadrilátero de box, dos hombres, considerados los mejores pugilistas, midieron sus puños para definir al número 1 del planeta. Por un lado Floyd Mayweather, el estadounidense pretencioso que se exhibía con mujeres voluptuosas y derrochaba dinero; por el otro lado Manny Pacquiao, el filipino humilde que era conocido por su gentileza y ayudar a los más necesitados. Ambos hombres subirían al ring ese 2 de mayo en un combate definido como “La pelea del siglo”. La contienda no fue la mejor como se esperaba y los jueces dieron como ganador a Mayweather.

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Los peleadores obtuvieron varios millones tras esta pelea. El estadounidense se dedicaría a seguir derrochando el dinero, mientras “Pacman” tenía grandes planes para su uso. El filipino se convirtió en ídolo dentro y fuera del ring para sus compatriotas. Era un héroe que en lugar de capa tenía dos guantes. Con 8 títulos mundiales, su nombre quedaría en el recuerdo para todos los amantes del box.

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Con el dinero que ganó tras la pelea con Mayweather 'Pacman'  construyó 1.000 casas para los más pobres en Kibawe, su pueblo natal, que cuenta con cerca de 40.000 habitantes. “Me hace muy feliz entregarles estas casas de mi propio bolsillo a las personas de la Provincia de Sarangani, más de mil familias se verán beneficiadas”.

Pacquiao dijo a los beneficiarios que agradezcan a Dios por lo que están recibiendo y les pidió valorar el bien que se les da."Den gracias a Dios por lo que reciben hoy. Es un regalo de Dios. Él sólo me utiliza para ayudarles. Cuiden esta propiedad y no la vendan", dijo Pacquiao a los beneficiarios del proyecto.