Su padre le inyectó VIH cuando era bebé, pero sobrevivió y ahora busca vengarse (FOTOS)

Una historia escalofriante. Jackson Bryan tiene 24 años, pero desde hace más de dos décadas padece de SIDA. ¿Cómo es posible? Según reveló la propia víctima, su padre le inyectó el VIH a través de sangre contaminada y todo para no pagar la manutención. Para Jackson el intento de asesinato que cometió su padre fue porque tenía la esperanza que el muriera y así se libraría de toda responsabilidad. Los detalles de esta amarga experiencia fueron publicados por la BBC.

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“Cuando nací, mi padre estaba muy emocionado al principio, pero todo cambió cuando se fue a la Operación Tormenta del Desierto. Volvió de Arabia Saudí con una actitud totalmente distinta hacia mí”, cuenta Jackson. En aquellos años, su padre trabajó en un laboratorio de sangre. Al volver a casa, llevó consigo algunas muestras infectadas con VIH y esperó el momento preciso para atacar a su hijo.

Cuando tenía 11 meses de vida, el padre de Jackson le inyectó sangre contaminada

Cuando Jackson cumplió 11 meses sufrió un ataque de asma y fue llevado a un hospital. En ese momento, su padre Stewart aprovechó y sacó un frasco de sangre contaminada y se lo inyectó. “Tenía la esperanza de que moriría y así no tendría que pagar la alimentación”, asegura el propio Jackson.

Durante 20 años buscó a su padre, hoy Jackson solo quiere justicia

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Durante los siguientes 4 años ningún médico pudo acertar con su diagnóstico, hasta que un pediatra se arriesgó y se atrevió a pedir exámenes de VIH. Salió positivo y a Jackson solo le dieron 5 meses de vida. Todo parecía perdido, pero  decidió luchar y contra todo pronóstico sobrevivió. De ese momento han pasado 20 años.

Hoy Jackson tiene 24 años y es un sobreviviente del SIDA

Hoy Jackson tiene 24 años e interpuso una demanda a su padre, acusándolo de homicidio. “No se limitó a tratar de matarme, cambió mi vida para siempre. Fue el responsable de la intimidación, fue responsable de todos los años en un hospital. Él es la razón que tengo que ser tan consciente de mi salud y de lo que hago”, sentencia este sobreviviente.

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