Grabó más de 100 películas como actriz de cine para adultos, ahora es ministra de iglesia

A los 16 años, Crystal Bassette quedó embarazada y su pareja la abandonó. La vida la golpeaba a su corta edad y ella tenía que sobreponerse y salir adelante. Tenía que trabajar y ganar dinero para poder pagar sus necesidades como la de su hija. Comenzó como modelo y, además, trabaja en un club nocturno, pero un día todo cambiaría. Una de esas noches, un productor de cine para adultos le ofreció trabajar en la industria porno. La paga era muy buena: 30 mil dólares al mes era una oferta difícil de rechazar.

Se hizo conocida como Nadia Hilton y tuvo una carrera exitosa

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Empezó una carrera exitosa en el cine porno. Se hizo conocida como Nadia Hilton y llevaba una vida cómoda. "Llevaba a mi hija al colegio por la mañana, iba, grababa y volvía con ella a casa. Era un trabajo regular, de 9 a 5", contó. Durante 10 años se desempeñó en la industria XXX y fue protagonista de al menos 100 películas para adultos. Pero todo tiene un fin, y para Crystal Bassette llegó el día que conoció a Dios: su vida debía cambiar y estar al servicio de su salvador.

Crystal conoció a Dios y decidió cambiar su vida

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"Después de leer la Biblia, supe que estaba hechizada por el espíritu de Jezabel", relató Bassette. También agregó: "Me convertí en un objeto. No podía salir de mi casa sin mostrarme salvaje, con tacos altos o una camisa sugerente. Tenía que mostrarme todo el tiempo como un símbolo sexual".

Ahora es ministra de su propia Iglesia

Desde hace tres años decidió abandonar esa actividad para volcarse a su nueva familia, tras conocer a David, también ministro de la iglesia. "Sabía sobre mi pasado porque mi hija iba a su congregación. David es la clase de persona que cree que tu pasado es tu pasado. No puedes estar mirando para atrás", cuenta ella.

"Me gustaría que la gente sepa que Dios puede perdonar, no importa cómo sea tu pasado. Quiero que la gente vuelva a Cristo a través de sus relaciones y sus experiencias", dice desde el púlpito de su capilla en Nueva York. "Mi pasado me hizo lo que soy hoy y Dios cambió mi vida completamente", concluyó.

Ahora, ella es ministra de su propia iglesia en Nueva York junto a su esposo. La vida le dio una nueva oportunidad y ella la aprovechó.