Luis Miguel es forzado a vender su yate debido a la pandemia mundial por el coronavirus

Según dicen varios medios de comunicación, Luis Miguel vendió uno de sus bienes más querido: su yate, el cual fue lugar de muchas fiestas, historias y, por supuesto, escándalos.

No muchos pueden entender el apego del cantante hacia la embarcación y es que, según fuentes cercanas, la decisión no fue fácil pero el cantante tuvo que hacerlo.

Por una cantidad de $2,695,000, junto a gastos administrativos e impuestos locales, el artista le dijo adiós a su embarcación de 26 metros.

LUIS MIGUEL VENDE SU YATE

"El Sol de México" poseía dicha embarcación desde hace siete años y era su fiel compañero de viajes y fiestas. Pero la crisis que se vive por la pandemia creada por el coronavirus nos ha afectado a todos y parece que el cantante no es la excepción.

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Pero no solo ha vendido su yate, el cantante también ha dejado ir algunas de sus propiedades. Parece que la crisis económica ha llegado a la puerta del intérprete de “Será que no me Amas”.

El yate tiene una curiosa historia y es que fue confiscado en el 2016 por el gobierno estadounidense. Esto, bajo los cargos de evasión de renta marina en la ciudad de Miami. Finalmente, el artista tuvo que pagar $122 mil para saldar su deuda.

Al parecer, la venta se habría efectuado el 25 de mayo, según la página Show!, la cual relato el suceso.

MÁS DETALLES SOBRE LA EMBARCACIÓN

Este yate es de marca Azimut 84 Flybridge modelo 2013 y está cargado de detalles que lo hacen una lujosa embarcación. En su interior, puedes encontrar un exclusivo jacuzzi redondo, el cual se encuentra ubicado en la terraza.

La terraza también cuenta con una amplia mesa, un sillón con cojines y por supuesto una vista privilegiada al atardecer pues a la terraza le da directamente el sol del atardecer.

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Por otro lado, el yate tiene en la planta baja una plataforma hidráulica de cuatro metros de largo, con una escalera en cada costado y una extra de emergencia. Esto, para que sus pasajeros puedan nadar cómodamente en el mar y disfrutar de su experiencia plenamente.

Y aquí no termina. La cabina del capitán también tiene sus detalles ya que tiene su propio bar con una hielera. Para que quien la use, se relaje mientras guía el yate por el mar.

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