La trágica historia de Britches, el mono que fue víctima de una cruel experimentación animal

Dos días después de su nacimiento, Britches, un mono macaco, fue tomado por unos científicos como objeto para una investigación. Al pequeño mono le cosieron los párpados, según se dijo, para comprobar si la ceguera permanente le produciría daños cerebrales. Además le colocaron un casco con un dispositivo electrónico de ultrasonidos que le afectaba los oídos hasta dejarlo sordo.

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El animal vivía en una jaula abrazado a un cilindro metálico y sin haber recibido atención alguna. El proyecto lo condenaba a tres años como objeto de experimentos y luego lo matarían. Una vez muerto estudiarían su cerebro para comprobar o no las hipótesis.

El Frente de Liberación Animal (ALF) grupo activista que protegen a los animales, impidió que la tortura a Britches continúe y lo rescataron junto a decenas de otros animales lastimados. "Una vez liberado tuvo que ser tratado con rehabilitación, cuidados y cariño porque sufría espasmos musculares, neurosis y mucho estrés", cuentan las personas que cambiaron la vida del pequeño primate y que dejaron al descubierto la experimentación en laboratorios. Días después, Britches fue trasladado a un santuario en México donde una mona lo adoptó.

“No podemos salvarlos a todos, pero a algunos de ellos sí, y por ellos vale la pena. Millones mueren torturados, encerrados en celdas inmundas y sucias con heridas mortales sin tratamiento, cortados vivos, sometidos a una crueldad psicológica que sin duda es el infierno para todos ellos", dijo Diane, activista que participó en el rescate de Britches.

Estas torturas no son nuevas, la experimentación con animales comprende prácticas conocidas como vivisección y disección, y sus registros anteceden a Cristo: entre los primeros en realizarlos en animales vivos está Aristóteles (384-322 aC) y Erasistrato (304-258 aC).

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Los animales sometidos a experimentos también son quemados, escaldados (introducidos en agua hirviendo), electrocutados y hasta se los hace adictos a determinadas drogas. En otras ocasiones les frotan sustancias irritantes en la piel pelada y en los ojos. Estos experimentos hacen que, en algunas ocasiones, los animales sean infectados, con enfermedades como sífilis y SIDA.

La historia de Britches conmocionó a la sociedad de los 80’s y por eso, desde 1979 se conmemora el 24 de abril como el Día Internacional del Animal de Laboratorio para recordar que por año más de 120 millones de animales son esclavos de la ciencia y el comercio, y sufren en experimentos de laboratorio de todo el mundo.

Fuente: Infobae