Niña de 11 años da clases a niños de bajos recursos pese a su situación precaria [FOTOS]

Admirable. Con solo 11 años, Steffany Da Silva, una niña de Brasil, se ha convertido en un gran ejemplo para grandes y pequeños, gracias a la destacable labor que realiza a diario desde su precaria realidad. Su historia fue compartida hace unos días medios locales y ha dado la vuelta al mundo.

Desde pequeña, siempre le gustó enseñar a los demás. Por ello, ni su precaria situación económica, ni su corta edad, le han impedido ayudar a los demás y luchar -desde su vecindario- para alcanzar su sueño.  Pero, ¿qué es lo que hace?

Steffany se esfuerza diariamente para poder impartir clases a 14 niños de su vecindario, Roda de Fuego (Brasil) y los ayuda a estudiar. De paso, evita que estos pequeños de bajos recursos terminen mal o sean introducidos en ambientes como la delincuencia o las drogas.

Foto: Diego Nigro/JC Imagem

Es así que, cuando no tiene un lugar físico donde impartir las clases a los niños, utiliza los callejones de su barrio –algunos incluso con aguas residuales- y los transforma en aulas callejeras.

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Pero pese a ser una pequeña líder de su barrio, la vida de Steffany no es distinta a la de los chicos a los que les enseña. Ella vive con su madre desempleada en una casa de una habitación. A pesar de no contar con los recursos suficientes para comprar materiales, cada día prepara clases para los chicos de su vecindario. De hecho, consigue donaciones de amigos y vecinos, como hojas para el material de los alumnos.

Foto: Diego Nigro/JC Imagem

Según comentó a medios locales, el número de estudiantes ha comenzado a amentar y ha tenido que recurrir a su amiga para que la ayude con las clases de los alumnos de mayor edad.

 “Tener una habitación, una esquina para estudiar con mis amigos”, comentó la joven, quien desde muy chica ha soñado con ser profesora y dar clases., y si bien lo puede hacer con algunas dificultades, le es imposible realizar esta labor cuando llueve.

Foto: Diego Nigro/JC Imagem

Catia da Silva, una de sus vecinas, comentó a UOL que Steffany “es así que desde la infancia. Todavía muy joven, antes de entrar en la escuela, ya le gustaba jugar a enseñar. Creció y no cambió. Todos los días están ahí, de pie o sentada en el suelo. Sólo no tiene clase si llueve, porque ellos no tienen donde quedarse”, comentó la menor.