Jojo Rabbit: La vision satírica de la Guerra de Taika Waiti

En los últimos años son varias las películas bélicas que han pasado por la cartelera peruana. Con el campo de batalla como escenario principal, algunos de estos largometrajes han tenido entre sus personajes (e incluso como protagonista) a Adolf Hitler (“La caída”, “Er ist da”, “Inglorious Basterds”).

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Es entonces este el primer elemento que resalta en “Jojo Rabbit” de Taika Waititi; la visión y encarnación de un Führer que conversa, baila, bromea e incluso ayuda a un niño de 10 años. Con un público habituado a ver la figura de Hitler en la pantalla grande bajo el estilo del Führer sanguinario y calculador o el de un Hitler ridiculizado, esta nueva propuesta sorprende.

“Jojo Rabbit” nos muestra la visión de Johannes "Jojo" Betzler (Roman Griffin) un niño de 10 años que desea ser un nazi  en un Tercer Reich que ya se encuentra bajo una propaganda anti judía y con los parámetros establecidos de lo que era “ser alemán”. Sin embargo, este elemento no busca lograr una visión inocente sino es usado como un apoyo para poder establecer el tono satírico de la película. Es así que, mientras Jojo se enfrenta a sus miedos, debilidades e inseguridades en busca de cumplir su sueño, el espectador puede distinguir, de manera indirecta, en los demás personajes, aquellas representaciones propias de la guerra. La figura del que ansía ir a la guerra, de aquella persona que intenta actuar en contra de los establecido por el régimen y de aquellos que sólo buscan huir, son algunas de las historias que podemos encontrar en esta película.

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Bajo una paleta de colores, que nos da la sensación de estar frente a una película del corte de Wes Anderson, resalta la interpretación tanto de Griffin (por la cual obtuvo un Critics) como la de Scarlett Johansson. Ella brinda, de manera muy sutil, aquel tinte infantil e imaginativo que, sin embargo, no olvida la realidad de la Alemania en la cual habita. Su interpretación nos recuerda a aquella de Roberto Benigni en "La vida es bella" y contrasta con la de Waititi de un Hitler tras el cual Jojo se escuda y que pareciera ser utilizado para contextualizar al espectador y establecer la norma social.

Si bien "Jojo Rabbit" falla al apoyarse mucho en las interpretaciones que pueda realizar el espectador (lo cual podría dificultar el entender la función de algunos personajes en la narrativa) logra embelesar con su puesta en escena y banda sonora (la cual muchas veces se encuentra en alemán). Es así que "Jojo Rabbit" muestra una versión  que contrasta con la de "Alemania Año Cero" al carecer de aquella crudeza pero que invita al espectador a ver la guerra con ojos cuestionadores, a tener en cuenta la  interpretación de los niños y a presenciar una historia que logra hacer reír y cautivar.

AUTOR: Indira Icochea