'Mis alumnos nunca lo supieron': Profesora que vivió dos años en una carpa se confiesa

La mujer estadounidense radicaba en Reino Unido y cuenta que, pese a vivir una vida de aparente éxito como docente e investigadora, en realidad pasaba por una pesadilla a diario cuando las luces se apagaban y tocaba volver a casa. Aimée Lê nunca se atrevió a contarle a sus alumnos que no tenía donde vivir, pero de vez en cuando comentaba que los ingresos de un académico en el Reino Unido no son lo que uno esperaría.

En un diálogo con The Guardian, Aimée comentó:

"Hacía frío. Dormí a temperaturas bajo cero. Era una pequeña tienda de campaña para una sola persona, lo que significaba que después de un rato se hacía más cálida. Pero hubo días en los que recuerdo que me desperté y mi tienda estaba cubierta de nieve. Cuando no estaba haciendo mi doctorado u otro trabajo, estaba aprendiendo a cortar leña o encender un fuego".

La situación no siempre fue tan grave. Todo empeoró cuando le aumentaron el alquiler intempestivamente mientras cursaba su tercer año de doctorado. Al no poder cubrir el monto solicitado, tuvo que pedirle prestada una carpa a un amigo y buscar donde dormir en la naturaleza. Ella guardó silencio con sus padres y con la universidad, temiendo preocupar a sus seres queridos y dañar su imagen profesional.

Aimée llego a la “Royal Holloway” con una beca anual de 16.000 libras por sus tres años de doctorado, y ganó también una beca adicional en Estados Unidos en su primer año. Sin embargo, por ser estudiante internacional, tuvo que hacer un pago extra de 8.000 libras por año en pensiones de la universidad.

Ella espera poder encontrar la estabilidad pronto, porque pese a que ya finalizó sus estudios, la situación económica sigue siendo compleja. Actualmente vive con sus padres.

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