Se metió una cucaracha a su oído cuando dormía, fue al médico y descubre lo peor [FOTOS]
“La oí morir en mi cabeza”. Este es el aterrador relato de un joven que vivió con una cucaracha en su oído. El médico que lo atendió se sorprendió por el terrible hallazgo en el interior de la oreja.
Esta es su aterradora historia.
Un hombre de Florida, Estados Unidos, fue el protagonista de su propia película de terror: una cucaracha ingresó a su oído., mientras dormía. La increíble situación ocurrió a principios de mayo, cuando notó que algo le molestaba en el interior de una de sus orejas.
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No es la primera vez que escuchamos este tipo de historia, que suelen suceder en lugares abiertos como los parques, donde las personas se ven tentadas a dormir en el césped, ignorando que se exponen a que cualquier insecto haga de las suyas.
Sin embargo, lo impactante de esta historia es que el insecto habría ingresado a su oreja cuando él dormía en un departamento que había alquilado con su pareja, en el complejo Campus Walk Pembroke Park, Tallahassee, Florida.
Según explica el diario Tallahassee Democrat, Blake Collins entró a un hospital casi desesperado. "Podía escuchar sus patas dentro de mí. No había nada que pudiera hacer para detenerla", contó el joven al medio.
Una vez que un médico de la sala de emergencias pudo revisarlo, usó una jeringa llena de lidocaína para exterminar al desagradable insecto.
“Cuando metió la lidocaína, pude sentir que se movía muy, muy rápido, pateando y tratando de salir. Después escuché un chillido y, dos minutos más tarde, se detuvo y murió”, detalló Collins con mucho temor.
La cucaracha intentó salir de su conducto auditivo, pero no pudo. “La oí morir en mi cabeza”, dijo el joven de 25 años, tras haber padecido largas horas con el médico, quien finalmente logró retirar los restos del insecto.
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Pero la cosa no quedó ahí, pues esta cucaracha tenía una sorpresa más para Collin: ¡Puso huevos en su oído!
Afortunadamente, Collins tuvo mucha suerte de que el médico también haya visto la bolsa de huevos y la sacara, porque las cosas podrían haber salido muy mal si incubaban.