¿Por qué la canchita y la gaseosa son tan caras en los cines? ¿Existe una explicación?
La decisión del Indecopi, de permitir el ingreso de alimentos comprados fuera de los cines, sigue abriendo debates, por lo que resulta conveniente comprender un poco el motivo, por el que los precios de los alimentos son tan caros en estos lugares.
El precio por balde de cancha puede llegar a los 30 soles
La reciente decisión del Indecopi, de permitir a los clientes de Cineplanet y Cinemark ingresar a las salas con sus propios snacks, sigue generando debates. Por un lado, los cines preparan sus apelaciones y, por otro, las personas tienen opiniones divididas al respecto, y es que algunos se siguen preguntando ¿Por qué la comida es tan cara en estos establecimientos?
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Para algunos, es justo el fallo del Indecopi porque consideran que los precios del pop corn, gaseosas, y demás snacks, son un abuso. Para otros, se trata de una medida injustificada que atenta contra la libertad de empresa y el derecho de estas de estructurar su forma de generar ingresos.
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Pero, al margen de las diferentes posturas y argumentos que aparecen, ¿existe una razón por la que los cines cobran 20 o 30 soles por canchita y gaseosa? Sí, hay una explicación, la cual fue revelada hace unos años por un estudio de la Escuela de Negocios de la Universidad de Stanford y la Universidad de California Santa Cruz (USC).
Al igual que en Estados Unidos, México y Chile, los precios de los alimentos ofrecidos en los cines son bastante elevados, a diferencia de una bodega o supermercado, porque permiten vender entradas más baratas y así atraer más público.
“Las casas de exhibición de cines dependen de las concesiones (venta de alimentos) para mantener sus negocios viables. Aunque las concesiones representan solo el 20% de sus ingresos brutos, al final se traducen en el 40% de sus ganancias”, dice el estudio de la Escuela de Negocios de Stanford.
“Esto se debe a que mientras los ingresos por boletos deben compartirse con los distribuidores de películas, el 100% de las ventas de concesiones van directamente a las arcas de los expositores”, se lee en el informe.
Otro factor a considerar es que los cines deben pagar por el alquiler de las películas a sus distribuidores, porcentaje que puede variar entre el 60% y 35% de la taquilla, dependiendo el tipo de película que se proyecte y si está en semana de estreno, cuando el precio de alquiler es mayor.
En ese contexto, Wesley Hartmann, uno de los autores del estudio, afirma que en los periodos de alta asistencia, cuando hay películas populares o buenas, los cines podrían incrementar los precios de los tickets. Después de todo, quienes están dispuestos a pagar por cualquier película, podrían pagar más por mejores películas.
Sin embargo, en vez de subir las entradas para cobrar más a quienes ven cualquier película, los cines prefieren mantener los precios bajos para atraer a un número mayor de consumidores.
Así, las ganancias que se dejan de percibir por no elevar el precio de las entradas son compensadas por los costos más altos de las canchitas, que son consumidas sobre todo por los clientes asiduos que van regularmente al cine.
Fuente: altavoz.pe