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China hallará un modo de controlar el clima con su Programa Experimental de Modificación Meteorológica en 2025

El objetivo de esta nueva encrucijada del gobierno chino es controlar el lugar, la frecuencia y la intensidad con la que llueve en su territorio.

El gigante asiático quiere ser capaz de beneficiar su agricultura induciendo lluvias de forma artificial en la extensión de su territorio./Fuente: Archivo.

El gigante asiático quiere ser capaz de beneficiar su agricultura induciendo lluvias de forma artificial en la extensión de su territorio./Fuente: Archivo.

No es sorpresa para nadie que China es una de las potencias tecnológicas más prominentes en la actualidad y pese a que los primeros casos de contagio por COVID-19 provienen de su territorio, esto no ha sido motivo suficiente para que pierdan su liderazgo con el estado actual del mundo. No obstante, uno de sus últimos proyectos parece desafiar todas las leyes físicas y naturales dado que, hasta el momento, muy pocas entidades se habían atrevido a hacer una declaración tan osada como la que el gobierno del gigante asiático ha hecho: China quiere controlar el clima a voluntad.

Tal como informó el estado chino a través de un comunicado en su página oficial, este plan recibe el nombre de Programa Experimental de Modificación Meteorológica y tiene como objetivo principal el descubrimiento y desarrollo de un método que le permita a China el poder provocar lluvias voluntariamente en más de la mitad de su territorio. Detalles más aproximados revelan que, desde Pekín, la gestión de Xi Jinping pretende controlar dónde, cuándo y con qué intensidad se producirán las lluvias y nevadas en un futuro cercano.

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Utilizando este método, China podría inducir o evitar lluvias que puedan beneficiar o perjudicar la agricultura de zonas específicas en la extensión de su territorio. La descripción del programa menciona que también podría ser usado para otras eventualidades como ayuda en caso de emergencias por desastres naturales, incendios forestales por apagar, producción agrícola, sequías severas y otras más.

Pese a que el concepto suena como algo sumamente descabellado y hasta imposible, nada más alejado de la realidad. Lo cierto es que la modificación artificial del clima es algo en lo que se viene invirtiendo e investigando desde hace muchos años (alrededor de 2012, para ser precisos). Gracias a estos estudios se pudo hallar que provocar lluvias es relativamente más sencillo de lo que uno esperaría. Se debe inyectar pequeñas dosis de yoduro de plata en las nubes con alta humedad para conseguir una mejor condensación y, de este modo, se provoque su caída en forma de precipitación.

Como fue mencionado, China ya lleva años experimentando con esta tecnología para ser capaz de utilizarla aproximadamente en el año 2025. Por supuesto, la inducción artificial de lluvia no es infalible y, más que preocuparse por la situación climática de China, lo que consterna a países limítrofes con el gigante asiático es que el uso de esta tecnología podría desembocar en cambios climáticos para dichos territorios. Por ejemplo, India -país con el que China tiene altercados actualmente- podría verse afectada ya que, de cierta forma, las nubes de lluvia podrían no llegar a su territorio, afectando su agricultura.