'El metal de las mascarillas es un cable del 5G': afirma disparatada teoría conspirativa
Algunos mensajes en las redes sociales aseguran que la tira de metal de las mascarilla están relacionadas con el 5G.
'El metal de las mascarillas es un cable del 5G': afirma disparatada teoría conspirativa
Debido a la pandemia actual, millones de personas en el mundo deben usar una mascarilla para evitar el contagio de esta enfermedad. No obstante, a raíz del Coronavirus también han aparecido en internet diversas teorías de que la COVID-19 en realidad no existe, o que están relacionadas a las redes 5G.
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Esta vez, una nueva teoría ha surgido, y es que según algunos usuarios, la tira de metal que poseen las mascarillas para ajustarse al rostro de las personas, son en realidad una especie de antena 5G.
“Así planean matarnos. Ponen un cable 5G dentro de las mascarillas. Este cable 5G va a tu cerebro y causará que tu cerebro sea destruido y mueras”, dice la descripción de este video en Twitter, que inmediatamente se volvió viral.
“El último sinsentido de los conspiradores: se les ha metido a la cabeza que el borde de metal de las mascarillas es una antena 5G que sirve para seguirlos, para controlarlos y provocar cáncer. Ahí están todos juntos: terraplanistas, antivacunas, dióxidodeclorinos…”, comentó el doctor peruano Elmer Huerta.
La pandemia provocada por el nuevo Coronavirus ha desembocado la aparición de diversas teorías conspirativas. Entre las más difundidas están las que le echan la culpa a Bill Gates de originar este virus, y que las telecomunicaciones 5G son un peligro para la salud y están relacionadas también al COVID-19.
Aunque este tipo de teorías se han difundido mayormente en Estados Unidos, en algunos países de América Latina también se han hecho muy populares. Asimismo, esto fue fomentado debido a que el presidente Donald Trump se negó en un inicio a usar una mascarillas.
Hasta la fecha, el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 ya ha infectado a más de 12,9 millones de personas en todo el mundo, mientras que la cifra global de fallecimientos rebasa los 570.000 y la de los recuperados supera los 7,1 millones de personas.