Realizó ingeniosa pedida de matrimonio, pero se le cayó el anillo y su novia acabó llorando [VIDEO]
Andrew Fox, es un joven que sintió que era el momento de comprometerse con su bella enamorada. Sin embargo, en el momento de la pedida todo acabó en tragedia.
Se puso nervioso y se le cayó el anillo.
Pedirle a tu pareja que se case contigo y que compartan el resto de sus vidas juntos, no es una decisión que se toma de la noche a la mañana, merece determinación y sobre todo mucho amor. Eso fue lo que sucedió con el joven Andrew Fox, quién sintió que era el momento de comprometerse con su bella enamorada. Para eso, se le ocurrió la magnífica idea de proponérselo en un partido de basquetbol, deporte en la que ambos son aficionados.
TE PUEDE INTERESAR: Champions League: Arturo Vidal descarga su furia contra Cristiano Ronaldo tras la derrota del Bayern Múnich [FOTOS]
Todo se desarrollaba según el plan descrito, pero al momento de sacar el anillo de su pantalón, el nerviosismo se hizo presente y ocasionó que Andrew Fox botara el objeto entre los asientos, provocando un alboroto entre los asistentes al partido de los Yankes versus los Red Sox. Asimismo, las cámaras que seguían con atención el partido, se desviaron para narrar el inusual momento.
Conmovidos con el inusual accidente del joven, los asistentes al evento demostraron su preocupación y ayudaron a buscar el caprichoso anillo, que presagiaba un fallido intento de pedida de mano hacía su pareja, Heather Terwilliger. Por otro lado, la joven se encargó de buscar desesperadamente el anillo que le iba a conceder el amor de su vida.
MIRA EL VIDEO
NO TE LO PIERDAS: El aterrador momento en el que un león ataca a su cuidador; ¿suicidio o error? [VIDEO]
De tanto buscar el anillo apareció sobre los pantalones de Heather. “Pasé de estar muy feliz y emocionado a deprimirme en un segundo. Probablemente fueron sólo cinco minutos hasta que encontramos el anillo, pero fueron los peores minutos de mi vida”, comentó emocionado.
Su ahora novia dijo estar muy triste al momento de la pérdida del escurridizo anillo, pues su pareja estaba al borde de las lágrimas. Sin duda una curiosa manera de pedir matrimonio. ¡Qué viva el amor!